
Eran las 08:30 de la mañana de un lunes 16 de mayo del 2005, cuando llegaba a mi lugar de trabajo. En esa fecha prestaba servicios como agencia de RR.PP al Club D SyC Iberia de Los Ángeles, cuando me encuentro con mi ex - jefe en el hall del Holding de su empresa. Ahí lo esperaban varios carabineros y algunos militares.
Lo primero que se me vino a mi cabeza en ese momento fueron los soldados que estaban aislados en la montaña, según las escuetas informaciones que entregaba radio Bío-Bío a través de su corresponsal .
En ese momento me di cuenta de que el tema era mas grabe y que los soldados que estaban aislados en el sector de Los Barros de
Cabe señalar que los uniformados se encontraban en ese lugar para solicitar apoyo logístico de la empresa de Helicópteros que poseía mi jefe en la zona, con la finalidad de el abastecimiento de combustible y logística para las operaciones, que carabineros debía realizar.
Durante toda la jornada la información era muy escueta y el interés periodístico crecía al pasar las horas.
En la jornada del día Martes 17, El ejército entregaba la información en forma parcializada y la desesperación de los familiares, la prensa local y nacional por saber la verdad era infructuosa a esa hora. El ambiente era demasiado hostil dentro del recinto militar, los familiares exigían a los oficiales decir la verdad.
Ya, el día Miércoles 18 por fin se supo lo que ya se sabía; 45 soldados muertos en tiempos de paz , en ese momento llegaban al recinto el resto de los soldados sobrevivientes de la tragedia, eran mas de 200. En ese instante mas de 50 oficiales y suboficiales los esperaban en el rancho con empanadas, pan, frutas y una bebida para luego dejarlos ver a sus familiares, el clima era demasiado complejo al exterior del regimiento reforzado N°17 Los Angeles, en ese momento me presentan al nuevo comandante, ya que el Coronel Roberto Mercado, ya había sido destituidos de su cargo por la responsabilidad que le pesaba en la tragedia.
El nuevo Coronel Espinosa, quien fue muy amable para atenderme en ese momento. En nombre del Club Iberia de Los Angeles, le entregue el pésame y le informe que la institución realizaría en el estadio municipal de la ciudad el día Domingo un homenaje a los soldados caídos, en ese momento y sin vacilar me invitaba a pasar a un estrado e informarles personalmente a estos soldados el mandato que me entregaba el presidente de
En ese momento me di cuenta que era el primer civil en Chile, que le hablaba a los sobrevivientes de esa fatal marcha.
Cabe señalar que en el mes de Marzo del mismo año, algo me conectaba con lo que pasaría en el futuro.
A través de la gestión de mi cargo dentro del Club, solicite al ejército ver la factibilidad de no dejar a un número de 5 jugadores en las filas para ese año, petición que fue aceptada por el sobré contingente de postulantes que había, era un augurio de la conexión que habría en Mayo.
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